Te invitamos a participar en la convocatoria para el Festival Internacional Grito de Mujer


Cada marzo, desde hace ocho años, el Movimiento Mujeres Poetas Internacional que coordina la escritora dominicana Jael Uribe, realiza el Festival Internacional Grito de Mujer Faros de Esperanza, en diversas ciudades del mundo. 

Este año, el Colectivo La Otra Feria obtuvo una de las sedes en México para replicar este festival de arte y poesía, que rendirá un homenaje a las madres del mundo como pilares de la sociedad, y que se replicará en más de 100 ciudades de 26 países.

En Chihuahua y con la ayuda de grandes amigos, activistas, organismos, instituciones, dependencias y sociedad civil, realizaremos el festival del 5 al 9 de marzo en un horario de 19:00 a 21:00 horas, en el Cine Club de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. 

Queremos invitarles, y pedirles que nos ayuden, a que participen tanto en la CONVOCATORIA como en la asistencia y la difusión, como siempre agradecidas de todo el apoyo que nos brindan y si bien tenemos ya varias personas e instancias que apoyarán de alguna manera el festival, son bienvenidos si alguien quiere sumarse.

CONVOCATORIA Festival Grito de Mujer 2018: “Faros de Esperanza” en Chihuahua


El Colectivo La Otra Feria y el Movimiento Mujeres Poetas Internacional te invitan a participar en el Festival Grito de Mujer 2018: “Faros de Esperanza” en Chihuahua, que tendrá lugar del 5 al 9 de marzo. Atendiendo a las siguientes 

BASES: 

1.- Podrán participar hombres y mujeres poetas y artistas interesados en formar parte de manera altruista y solidaria en el programa que tendrá lugar en Chihuahua, del 5 al 9 de marzo en un horario de 19:00 a 21:00 horas, en el Cine Club de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua. 

-POETAS:
Cada poeta interesada/o, deberá remitir una selección previa de los poemas a presentar:
Al menos un poema en homenaje al tema Festival Grito de Mujer 2018: “Faros de Esperanza”: las madres del mundo, o referente a las temáticas: el feminicidio, las madres como pilares de una sociedad libre de violencia, madres que luchan, madres víctimas de violencia,  abuso, secuestro, trata de personas, etcétera.

Adicional a esto, cada poeta deberá remitir dos poemas más de tema libre y de hasta dos páginas de extensión. Se hará una selección de poemas para la Antología internacional alusiva al evento.

-ARTISTAS:
(Cantantes, performance, baile, teatro, fotografías, grupos interdisciplinarios)
Los artistas voluntarios deberán enviar por escrito sus propuestas con todos los datos, de preferencia asociadas a los temas del Festival: feminicidio, las madres como pilares de una sociedad libre de violencia, madres que luchan, madres cuyos hijos e hijas son o han sido víctimas de violencia, tipos de abuso, la trata de personas, entre otros.

En ambos casos, enviar una breve semblanza de máximo ocho líneas. 

2.- ENVIO:
Enviar propuestas y una fotografía, personal o del grupo, al correo laotraferiasinferia@gmail.com

3.- SELECCION
Los participantes seleccionados conformarán el programa oficial del Festival en Chihuahua y recibirán un Diploma especial de participación. En el caso de poetas, sus poemas serán incluidos en la Antología digital de Grito de Mujer "Faros de Esperanza".

4.- PLAZO:
El tiempo máximo para remitir sus propuestas culmina el 20 de febrero del 2018. No habrá prórroga.

¿Qué es el Festival Grito de Mujer?
Es un festival poético-artístico convocado por el Movimiento Mujeres Poetas Internacional desde la República Dominicana, a cargo de su creadora, la escritora Jael Uribe; y constituye una cadena de eventos simultáneos en ciudades de distintos países, del 1 al 31 de marzo de cada año, en homenaje a la mujer y contra la violencia; y que en Chihuahua tendrá su primera edición este año, organizado por el Colectivo La Otra Feria. 

Para disipar dudas, escribir al correo laotraferiasinferia@gmail.com o visitar https://www.facebook.com/laotraferia/ 

Te invitamos a la Lotería Literaria sobre García Márquez


La actividad programada para este jueves 11 de enero como parte de la celebración de los 50 años de la publicación de Cien años de soledad, del escritor colombiano Gabriel García Márquez, estará a cargo del colectivo La otra Feria, integrado por las Salas de Lectura Maristán, Palabras en la puerta y Pescaditos de Oro.

La cita es este jueves a las 17:00 horas, en el Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo Casa Redonda, donde realizaremos la Lotería de Cien años de soledad.

En esta velada, se leerá el pasaje de Remedios la Bella, para propiciar que los asistentes realicen su propio relato de realismo mágico. No se lo deben perder. ¡Les esperamos!

Remedios, la bella en Cien años de soledad


"Hubo un tiempo en que la casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre.

"Remedios era completamente simple. Parecía como si una lucidez penetrante le permitiera ver la realidad de las cosas más allá de cualquier formalismo. Ese era al menos el punto de vista del coronel Aureliano Buendía, para quien Remedios, la bella, no era en modo alguno, retrasada mental, como se creía, sino todo lo contrario. (…) Úrsula, por su parte, le agradecía a Dios que hubiera premiado a la familia con una criatura de pureza excepcional (…).

"Remedios, la bella, fue la única que permaneció inmune a la peste del banano. Se estancó en una adolescencia magnífica, cada vez más impermeable a los formalismos, más indiferente a la malicia y a la suspicacia, feliz en un mundo propio de realidades simples. No entendía por qué las mujeres se complicaban tanto la vida con corpiños y pollerines, de modo que se cosió un balandrán de cañamazo que sencillamente se metía por la cabeza y resolvía sin más trámites el problema del vestir, sin quitarle la impresión de estar desnuda, que según ella entendía las cosas era la única forma decente de estar en casa (…).

"Hombres expertos en trastornos de amor, probados en el mundo entero, afirmaban no haber padecido jamás una ansiedad semejante a la que producía el olor natural de Remedios, la bella. En el corredor de las begonias, en la sala de las visitas, en cualquier lugar de la casa, podía señalarse el lugar exacto en que estuvo y el tiempo transcurrido desde que dejó de estar. Era un rastro definido, inconfundible, que nadie de la casa podía distinguir porque estaba incorporado desde hacía mucho tiempo a los olores cotidianos, pero que los forasteros indentificaban de inmediato (…). Incluso el cadáver de uno de sus muchos pretendientes estaba tan compenetrado con el cuerpo, que las grietas del cráneo no manaban sangre sino un aceite ambarino impregnado de aquel perfume secreto, y entonces comprendieron que el olor de Remedios, la bella, seguía torturando a los hombres más allá de la muerte, hasta el polvo de sus huesos (…).

"La suposición de que Remedios, la bella, poseía poderes de muerte, estaba entonces sustentada por cuatro hechos irrebatibles. Aunque algunos hombres ligeros de palabra se complacían en decir que bien valía sacrificar la vida por una noche de amor con tan conturbadora mujer, la verdad fue que ninguno hizo esfuerzos por conseguirlo. Tal vez, no sólo para rendirla sino también para conjurar sus peligros, habría bastado con un sentimiento tan primitivo, y simple como el amor, pero eso fue lo único que no se le ocurrió a nadie. Úrsula no volvió a ocuparse de ella. En otra época, cuando todavía no renunciaba al propósito de salvarla para el mundo, procuró que se interesara por los asuntos elementales de la casa.

"Los hombres piden más de lo que tú crees", le decía enigmáticamente. "Hay mucho que cocinar, mucho que barrer, mucho que sufrir por pequeñeces, además de lo que crees." En el fondo se engañaba a sí misma tratando de adiestrarla para la felicidad doméstica,, porque estaba convencida de que, una vez satisfecha la pasión, no había un hombre sobre la tierra capaz de soportar así fuera por un día una negligencia que estaba más allá de toda comprensión. El nacimiento del último José Arcadio, y su inquebrantable voluntad de educarlo para Papa, terminaron por hacerla desistir de sus preocupaciones por la bisnieta. La abandonó a su suerte, confiando que tarde o temprano ocurriera un milagro, y que en este mundo donde había de todo hubiera también un hombre con suficiente cachaza para cargar con ella.

"Ya desde mucho antes, Amaranta había renunciado a toda tentativa de convertirla en una mujer útil. Desde las tardes olvidadas del costurero, cuando la sobrina apenas se interesaba por darle vuelta a la manivela de la máquina de coser, llegó a la conclusión simple de que era boba. "Vamos a tener que rifarte", le decía, perpleja ante su impermeabilidad a la palabra de los hombres.

"Más tarde, cuando Úrsula se empeñó en que Remedios, la bella, asistiera a misa con la cara cubierta con una mantilla, Amaranta pensó que aquel recurso misterioso resultaría tan provocador, que muy pronto habría un hombre lo bastante intrigado como para buscar con paciencia el punto débil de su corazón. Pero cuando vio la forma insensata en que despreció a un pretendiente que por muchos motivos era más apetecible que un príncipe, renunció a toda esperanza. Fernanda no hizo siquiera la tentativa de comprenderla. Cuando vio a Remedios, la bella, vestida de reina en el carnaval sangriento, pensó que era una criatura extraordinaria. Pero cuando la vio comiendo con las manos, incapaz de dar una respuesta que no fuera un prodigio de simplicidad, lo único que lamentó fue que los bobos de familia tuvieran una vida tan larga.

"A pesar de que el coronel Aureliano Buendía seguía creyendo y repitiendo que Remedios, la bella, era en realidad el ser más lúcido que había conocido jamás, y que lo demostraba a cada momento con su asombrosa habilidad para burlarse de todos, la abandonaron a la buena de Dios.

"Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas, madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños interminables, en sus comidas sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin recuerdos, hasta una tarde de marzo en que Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda a las mujeres de la casa. Apenas había empezado, cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella, estaba transparentada por una palidez intensa.

-¿Te sientes mal? -le preguntó.

Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de lástima.

-Al contrario -dijo-, nunca me he sentido mejor.

"Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse.

"Úrsula, ya casi ciega, fue la única que tuvo serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria".
Textos incluidos en diversos pasajes de Cien años de soledad.